Las palabras están de moda: Victoria Lescano
Juan Páez
En esta oportunidad ingresamos al mundo fashion a través de una obra muy particular. Se trata de un libro cuyo título juega con las palabras, poniendo en diálogo dos lenguas. Publicado en 2004 por la editorial Interzona, Followers of fashion: falso diccionario de la moda, de Victoria Lescano, propone un recorrido arbitrario por el universo de la moda, tomando como eje articulador su singular terminología. Este campo, que alberga fotografías, figurines, texturas y palabras, adopta, esta vez, la forma de una pasarela donde veremos desfilar numerosas entradas léxicas que remiten a diseñadores, accesorios, casas de moda, íconos y prendas.
En el volumen de color rosa se intercalan ilustraciones realizadas por el diseñador argentino Pablo Ramírez. En la fotografía de tapa, que pertenece al artista Boleslaw Senderowicz, se observan dos siluetas que contrastan entre sí: por un lado, la de un pequeño hombre con una galera en la mano en pleno salto y, por el otro, la de una mujer con un vestido a lunares y guantes oscuros que mantiene sus manos y sus pies en pose. Su postura serena contrasta con la del hombre. Y casi como si fuera una suerte de epílogo visual, la imagen se repite en la contratapa pero transformada en dibujo.
Antes de ingresar a la obra encontramos una «Nota de la autora» donde Victoria Lescano comenta que este tomo es el resultado de una década de trabajo en el periodismo de moda, de relecturas de crónicas propias y ajenas, así como también de entrevistas y consultas a especialistas de diferentes áreas. Explica, además, que gran parte del material surgió de investigaciones para diferentes medios gráficos tales como Página 12, las revistas Página 30, Elle, La maga y, de su columna «Enciclopedia arbitraria de la moda» del suplemento Sí del diario Clarín. En cuanto al nombre, declara que este proviene de una canción de The Kinks, que satiriza a los seguidores de la moda.
En este libro, como en todos los diccionarios –falsos o no– las entradas léxicas se ordenan alfabéticamente. Es por ello que este catálogo se inicia con «Argentinos» y finaliza con «Zapatillas». A su vez, cada una de estas despliega hacia su interior otras como ocurre, por ejemplo, con «Caballeros» que nuclea las entradas: «Calzoncillos, Camisas, Corbatas, Sombreros, Trajes y Bioy: el dandy argentino». Por lo tanto, la información que se brinda resulta variada en la medida que abarca numerosos tópicos.
En el caso de «Bioy: el dandy argentino» se incluye una breve entrevista al escritor. Lescano señala que «el diccionario autobiográfico de la moda de Adolfo Bioy Casares surgió en una entrevista concedida en 1998 en su casa. En esa ocasión afirmó que sus tramas fantásticas fueron ideadas a plena luz del día, perfumado con Eau de Guerlain y vestido con trajes de riguroso corte recto, confeccionado a medida por el sastre Spinelli» (pág. 78).
Son muchos los recorridos. Aquí, de las alpargatas y los cultores del gaucho-look a la presentación de La niña de los siete colores, una colección de la marca Brandaza de Adúriz con modelos travestis «que inquietaban el tránsito diurno de Santa Fe y Callao» (pág.49). Allá, los maestros con Balenciaga, Dior, Saint Laurent, Alaia; los genios con Alexander McQueen; el Punk con Vivienne Westwood; o los Japoneses con Yohji Yamamoto, entre otros. Como se puede observar, este libro reúne sus biografías y traza con ellas una geografía de la creatividad, incluyendo citas directas que permiten escuchar a los y a las protagonistas.
En resumen, Followers of fashion: falso diccionario de la moda es una enciclopedia que nos acerca al mundo de la moda, tomando sus palabras clave como puertas de ingreso.Cada una de ellas se abre, a su vez, hacia su interior revelando un espacio signado por la imaginación. Se trata de un título indispensable para quienes deseen adentrarse en el universo fashion y conocer de primera mano -o en primera fila- el firmamento de los sueños.
Bonus track
Judith Leiber: «¿Acaso para salir de noche las mujeres precisamos otra cosa que un rouge, un espejo y un billete de cien dólares?» (pág. 85)
Elsa Schiaparelli, Shocking Life: «Mostré perlas bordadas en abrigos y también estructuras con rayas pero lo que más molestó a los cronistas especializados fueron los cierres. No solo porque aparecían por primera vez en sitios inesperados y hasta en trajes de noche. Todos parecían acostumbrados a mis botones con insectos, payasos y labios, pero estaban atónitos de ver cierres aplicados como si se tratara de un adorno» (pág. 93)
Yohji Yamamoto, Notas sobre vestimentas y ciudades (Win Wenders, 1989)«Detesto la simetría de las prendas, porque de lucir tan perfectas nunca parecerían hechas por la mano del hombre. Sueño con hacer una prenda que sintetice la idea primitiva del abrigo que te cobija y está totalmente despojado de los dictados de las tendencias» (pág. 112)
Alexander McQueen, Fashion Now de Terry Jones, Abril Mair: «En mis colecciones suelo usar cosas que la gente oculta de sus mentes, como la guerra, el sexo y la religión, y los obligo a mirarlas» (pág. 142)